La deshidratación es una condición que puede afectar a cualquier tipo de piel. Se caracteriza por la falta de agua, así que aun las pieles grasas pueden estar deshidratadas. Conforme se deshidrata, la piel se ve menos flexible, puede mostrar líneas finas y volverse más sensible. Entre las causas de deshidratación en la piel están el clima adverso y los cambios de estación. También una alimentación inadecuada o los excesos en el consumo de cafeína y alcohol pueden deshidratar la piel. Sin embargo, es una situación temporal, si se atiende con cambios adecuados en el estilo de vida y en el cuidado de la piel.

La piel seca se caracteriza por la insuficiencia en la producción natural de sebo. Esta sustancia es esencial para mantener la barrera de humedad natural de la piel, que la protege de contaminantes y demás agresores medioambientales. La piel seca es un tipo de piel que no se puede cambiar, pero puede tratarse y mejorar con los cuidados correctos. La piel deshidratada es una condición que se distingue por la falta de agua en la piel y puede aliviarse con cuidados cutáneos y ajustes al estilo de vida. Para hacer una prueba que distinga la piel seca de la deshidratada, pellizca tu mejilla. Si no conserva su forma y se arruga, tu piel está deshidratada. También puede verse opaca y cansada, con más arrugas y ojeras. Además, puede aumentar en sensibilidad o mostrar irritaciones. La piel seca, en cambio, estará escamosa y con picor, especialmente en torno a las cejas, las comisuras de la boca y la nariz.

Hidratar y humectar son ambas necesarias para tener una piel saludable. Si tu piel siempre se ve opaca, cansada, con líneas y sensible, puede estar deshidratada. Para hidratarla, necesitas humectar y reparar la barrera de la piel, para que la hidratación se conserve. Agrega productos hidratantes a tu rutina. El cuidado de la piel hidratante introduce agua a tu piel y aporta ingredientes hidratantes, como ácido hialurónico, glicerina, urea, ceramidas y pantenol. También puedes usar exfoliantes y sueros para incrementar la reposición de células muertas y mejorar la barrera cutánea. Las mascarillas faciales suelen incluir ingredientes hidratantes y pueden dar más luminosidad a la piel, atenuar líneas finas y arrugas. Hidrata según tu tipo de piel y aplica protector solar para cuidarla de los rayos UV. Puedes mejorar la hidratación de tu piel si, además de la rutina de cuidados, modificas tu estilo de vida con una mayor ingesta de agua, una dieta saludable y un menor consumo de cafeína y alcohol.

Si tu piel está reseca, irritada y te incomoda, puedes tomar medidas de inmediato y aprender a restituirla. Ocúpate de las deficiencias en tu estilo de vida asegurándote de tomar alimentos ricos en ácidos esenciales y tomando suficiente agua. Duerme diariamente de siete a ocho horas y toma momentos para descansar a lo largo del día si sientes mucho estrés.

Para comenzar de inmediato a reparar la barrera de humedad, retira los limpiadores o exfoliantes más fuertes. Humecta tu piel y trátala con productos que favorezcan la producción de colágeno y elastina, como la vitamina C.

Los mejores productos para la piel seca contienen ingredientes humectantes e hidratantes. Dramatically Different™ Moisturizing Lotion+, nuestro éxito de ventas para piel seca, incluye extractos de semilla de girasol, cebada y pepino, que fortalecen la barrera de humedad y ayudan a retener el agua. También tiene ácido hialurónico, que actúa como una esponja que absorbe el agua en tu piel. Formulada con los mismos ingredientes, pero para piel grasa, Dramatically Different™ Moisturizing Gel, equilibra y refresca la piel deshidratada.